AUTOPOST (Y)
Hubo
algún momento en mi vida en el que después de escucharlo
constantemente, pensé que quizás era cierto que me costaba más sentir
que a los demás… Pero no era así. Creo que en algún momento decidí
aprender a ignorar todos esos sentimientos que me herían o podían llegar
a hacerlo. Lo único que puedo asegurar es que finalmente y tras que
ocupara una gran parte de mí, me acostumbré a ese dolor hasta el punto
de llegar a ser imperceptible. Tan invisible como incontrolable y
atrevido. Seguía estando en todas partes, yo insistía en esconderlo y lo
cierto es que el mejor remedio que pude encontrar para él fue el
anteponer siempre mi cabeza a mi corazón. Pero llegaste tú, e
impensablemente destapé todos esos sentimientos. Y llegó el día en el
que descubrí que lo que me había hecho creer valiente, había sido
precisamente el mayor acto de cobardía que puede cometer el ser humano.
SMMC
PD( Verduritavedruna@hotmail.com)
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