Y un día, por casualidad, alguien totalmente ajeno a tu vida hace que te
des cuenta de como están funcionando las cosas. Estás haciendo las
cosas por no perderte o quedarte atrás. No piensas en lo que te gustaría
hacer ni haces lo que realmente te apetece y te obligas a creer que lo
que estás haciendo te hace feliz. Solo son mentiras, todo el mundo se
miente a sí mismo. Es muy difícil dejar algo cuando estás totalmente
acostumbrado a ello, cuando forma parte de tu rutina. Pero darte cuenta
de que te está haciendo daño hace que por lo menos lo intentes... Y ir
sin dirección siempre será mejor a seguir una dirección totalmente
equivocada.
SMMC
PD ( Cartesdefum@hotmail.com)
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