No
puedes escoger todo lo que va a pasarte, pero sí puedes decidir qué
hacer con ello y, lo que más me gusta saber, es que solo yo tengo el
poder de hacer exactamente lo que quiera con mi vida. No sé si será
porque nunca me he propuesto nada demasiado difícil, pero siempre he
conseguido todo lo que he querido. Cuando se me mete algo en la cabeza,
tengo que conseguirlo por imposible que parezca. No me importan las
miles de veces que me repitan el típico: "estás loca", solo puedo responder que sí, que estoy loca, pero que precisamen
te por eso voy a conseguir lo que quiero.
La primera vez
que la vi supe que me llevaría especialmente bien con ella. Es extraño,
porque no suele pasarme con mucha gente y menos todavía si no he cruzado
una palabra ni he visto nunca antes a esa persona. Por motivos que creo
que ni ella conoce se cambió de bachillerato en la segunda semana de
curso y le tocó en mi clase. Recuerdo que fue un lunes por la tarde.
Casualmente y sin que ella escogiera sitio le tocó sentarse detrás mío.
Aunque de eso hace solo nueve meses, me suena lejísimos y ni siquiera
puedo recordar como empezamos a hablar. Todo el mundo creía que nos
conocíamos de antes porque en tres días nos convertimos en uña y carne.
Es sorprendente que en un par de meses puedas conocer tan bien a una
persona. Tenemos
un carácter tan similar que es inevitable que choquemos a menudo, pero
no podemos estar un solo día sin hablar. Nuestra relación es más
parecida a la que une un vínculo familiar que a la que une una amistad.
La verdad es que desconozco que hubiera sido de mí si no hubiera estado
en mi clase, me es imposible imaginármelo. Las casualidades son algo que
me desconcierta, no creo en ellas. Sin duda, algo o alguien, me da
igual quién o qué fuera, la puso en mi camino para quedarse.
SMMC
PD ( Cartesdefum@hotmail.com)
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